Por su cultura tan rica y variada y sus paisajes que dejan sin aliento. Desde las montañas y el oasis del Atlas, pasando por las largas playas de la costa Atlántica, hasta las ciudades fortificadas y los pueblos arrimados, hay para todos los gustos. Marruecos es una encrucijada de paisajes naturales
Por su cultura tan rica y variada y sus paisajes que dejan sin aliento. Desde las montañas y el oasis del Atlas, pasando por las largas playas de la costa Atlántica, hasta las ciudades fortificadas y los pueblos arrimados, hay para todos los gustos. Marruecos es una encrucijada de paisajes naturales.
Por su cultura tan rica y variada y sus paisajes que dejan sin aliento. Desde las montañas y el oasis del Atlas, pasando por las largas playas de la costa Atlántica, hasta las ciudades fortificadas y los pueblos arrimados, hay para todos los gustos. Marruecos es una encrucijada de paisajes naturales
"Marrakech, la ciudad ocre. Entre la tradición y la modernidad, descubre una ciudad de brillantes colores y olores orientales, paseos en carruajes de caballos, terrazas soleadas y artistas ambulantes. Con una riqueza arquitectónica, que muestra sus numerosos riads y pequeños palacios orientales. Marrakech está catalogada como uno de los centros culturales más importantes de todo Marruecos."